Ayer hablé con mi abuela. Para ella –que está en México– era viernes por la tarde. Para mí –que estoy en Australia– era sábado por la mañana. En casa de los abuelos, los viernes son para brindar después de la comida. Sonaban las copas a través del teléfono. Mi abuela mencionó el nombre del vino con el que estaban brindando pero ya lo olvidé. Mi memoria es pésima, aunque recuerdo bien el día en que me dije a mí mismo: Abel, quizá lo mejor sea perder la memoria. Estudiaba la preparatoria. Un día después de clases, estaba platicando con Dana y de pronto se me vino ese pensamiento a la cabeza. Perder la memoria.
Quizá no es tanto que se pierda sino que uno se hace más selectivo con lo que recuerda. No tienes mala memoria, tienes memoria selectiva, me dijo un día Daniel.
Con Boba escuché por primera vez a Galaxie 500. Estábamos en su casa y puso When Will You Come Home. He escuchado demasiadas veces esa canción. La escuché tanto que ya no necesito escucharla más. Ahora prefiero oír Strange.