No recuerdo bien cómo es que di con esa canción. Lo que recuerdo bien, porque me propuse a no olvidarlo, es la frase de la letra que dice “la próxima vez que levantes las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí”.
Una amiga después me preguntó si conocía la versión original de la canción: la de Nueva Vulcano. No la había escuchado. La busqué y la escuché. Me gusta más la versión acústica de The New Raemon. Me pasó igual con “Hurt” de Johnny Cash, que en realidad no es de Johnny Cash sino de NIN: durante mucho tiempo pensé que la versión de NIN era un cover de la versión acústica de Cash. Me imagino que no fui la única persona que pasó por esto.
En fin, no sé bien de qué trata la letra de “Te debo un baile”, pero escucharla me hace sentir triste, sobre todo cuando canta esa frase. A veces pongo la canción en el auto, espero a que llegue la frase, y con la frase llega también la tristeza. Y yo me quedo contento y satisfecho. Y cuando termina la canción, la pongo de nuevo. Y así sigo todo el camino hasta llegar a donde sea que vaya.